SEMANA SANTA Y RELIGIOSIDAD POPULAR


 LA CUARESMA

 Durante los días comprendidos entre el Miércoles de Ceniza y el Domingo de Ramos se multiplican los actos cofrades en el seno de las nueve hermandades de penitencia, que realizan quinarios, besamanos, triduos y funciones principales.
 El propio Miércoles de Ceniza por ejemplo, suele desarrollarse el Vía Crucis de la Familia Salesiana, con el Señor de la Oración en el Huerto y en Santiago, besamanos de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Al siguiente Viernes le toca el turno al Señor de la Bondad de la Borriquita, que recorre en andas las calles de su barrio.

El primer Viernes de marzo fluctúa según el año pero cae siempre en Cuaresma, celebrándose el besamanos de Nuestro Padre Jesús Cautivo en San Sebastián, que al efecto permanece abierta durante toda la jornada.
El cuarto Viernes de Cuaresma en Santiago se celebra con total solemnidad el Vía Crucis de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que recorre las naves del templo a oscuras entre el silencio de una impresionante multitud, justo antes de ser ubicado en el altar mayor para su ulterior Quinario y función principal que tienen lugar la semana siguiente.
 El quinto Viernes de Cuaresma suele verificarse el Vía Crucis del Señor de la Buena Muerte del Santo Entierro. Esta hermandad en los últimos años está siendo la que saca en más ocasiones a la calle a sus titulares, toda vez que previamente se han celebrado los cultos cuaresmales en la parroquia de San Sebastián, haciéndose necesario el traslado de las imágenes titulares a la misma.

 Ya en la semana previa a la Semana Santa, el Martes de Pasión discurre por las calles del centro el Vía Crucis del Consejo de hermandades y cofradías. Acto celebrado desde 2003, es presidido anualmente de manera rotatoria por cada una de las imágenes titulares de Cristo de las hermandades alcalareñas, en orden opuesto al de la Pasión. El primer año fue el Cristo del Santo Entierro y este año pasado le ha tocado el turno al de la Oración en el Huerto.

 El Viernes de Dolores permanece abierta todo el día la Iglesia de San Sebastián y al anochecer es trasladado a su paso procesional el Santísimo Cristo del Amor.
 Ese día procesiona por las calles de su barrio la Agrupación parroquial de Nuestro Padre Jesús de la Paz.

 Al día siguiente Sábado de Pasión le toca el turno a la Agrupación del campo de las Beatas, del Cristo de San Miguel y Virgen de los Ángeles.

 Para entonces se encuentra ya completamente montado el dispositivo de la carrera oficial que ocupa un tramo de la Plazuela disponiendose sillas y telas de damasco para un mayor lucimiento de las procesiones que desde el día siguiente pasan por allí.

 SEMANA SANTA


 La mañana del Domingo de Ramos es un continuo ir y venir y ultimar preparativos, por parte fundamentalmente de las dos hermandades que han de realizar su salida a primera hora de la tarde:




 La Borriquita sale de la parroquia de San Agustín actualmente en obras, con algo más de 300 nazarenos con una importante proporción de niños. A poco de salir baja Sargento Vasallo y se encamina a la carrera oficial, como con prisas por regresar a su barrio con los suyos.

 Más pausadamente se desarrolla la difícil salida de los pasos de la Oración en el Huerto y la Virgen del Rosario, de la capilla salesiana a poco de las seis. También nos encontramos con muchos niños en su cortejo, que cuenta con unos 450 hermanos nazarenos.
 Las calles que ha dejado libres la hermandad del Rosario son ocupadas ahora por nazarenos y pasos de La Borriquita, que viene de regreso no sin antes saludar espectacularmente a los titulares del Santo Entierro en la puerta de su capilla, en lo que se ha convertido en los últimos años en un punto culminante del Domingo de Ramos de Alcalá.
 Ya no veremos como antaño a los pasos del Rosario subir la cuesta del Resbalón camino de Sor Emilia, porque la residencia de ancianos se trasladó a la calle la Mina. Allí tendrá la cofradía, pasado el atardecer, el punto cenital de su estación de penitencia.
 El resto de la noche se divide entre los devotos del Cristo de la Bondad y la Virgen de la Oliva, que tendrán en las calles de su barrio sus mejores momentos antes de subir a San Agustín, y los del Señor de la Oración y la Virgen del Rosario que todavía podrán disfrutar de su vuelta a la plaza del Paraíso y últimos metros en calle Mairena, antes de retirarse a soñar con un nuevo Domingo de Ramos.

 El Lunes Santo no procesionan de momento cofradías en Alcalá de Guadaira. Muchos alcalareños se desplazan a la capital a seguir las diferentes hermandades de la jornada; en particular las de Santa Marta y San Gonzalo cuentan con bastantes alcalareños en sus filas.

 El Martes Santo alcalareño desde hace tres décadas viene desde la barriada Instituto, en la parte alta de esta ciudad de tan caprichosa orografía. Pasadas las cinco salen de la Inmaculada Concepción los pasos del Cristo del Perdón y la Virgen de las Angustias.

 EL PERDÓN.

Esta hermandad, ejemplo de superación y tesón ha dejado atrás unos complicados inicios y trabaja en pos de una consolidación para lo cual ha cambiado completamente su puesta en la calle quedando actualmente poco de aquel austero cortejo de negros nazarenos que irrumpió en la Semana Santa alcalareña de los años ochenta.  No obstante, hoy como ayer sus nazarenos realizan desde la Inmaculada estación al convento de Santa Clara, en la calle La Mina encaminándose posteriormente a la carrera oficial antes de volver a su barrio. En los últimos años ha ampliado su recorrido por la zona Silos.

En la tarde del Miércoles convergen dos cofradías:


 Los primeros salen del barrio de Pablo VI con un cada vez más numeroso cortejo de nazarenos blancos y azules, que conquistan en el centro desde la cuesta de Gandul, mientras está saliendo el Cautivo. Una vez que sale La Esperanza, regresan a su barrio por la cuesta Rosario y Padre Flores, pasando por el interior del parque Centro.
 El Cautivo es la referencia del Miércoles Santo desde hace sesenta años, e incluso llegó a primeros de los noventa a ser la cofradía más numerosa de la ciudad. Tiene actualmente algo más de 350 nazarenos y un al indiscutible fervor popular especialmente al regresar ya de madrugada por la plaza del Paraíso.

El Jueves Santo no hay nada más alcalareño que despertarse con el tambor de los Judíos. En efecto, desde primeras horas de la mañana los integrantes de La Judea, de la hermandad de Jesús Nazareno realiza su ancestral recorrido por las calles del centro y revolean la bandera. Los templos de Santiago y San Sebastián son mientras tanto un goteo incesante de fieles deseosos de contemplar ya preparado los pasos que realizan su salida en la tarde y noche.
Decae algo la afluencia de público en la calle a las primeras horas de la tarde, en que se celebran los Oficios. A las ocho sale


 Entre una multitud que se congrega a ambos lados de la rampa de San Sebastián que su Dolorosa baja acompañada de San Juan a los sones de la ya mítica marcha de Font de Anta. Cofradía resultado de la fusión de Sacramental, Ánimas y Concepción, la penitencial fue fruto de la posguerra y sin duda la primera en importar el modo de procesionar de las hermandades serias de la capital en el pueblo. Pasadas las doce, y con las luces apagadas, vuelve al templo.

Durante la jornada del Viernes Santo, en la que procesionan las hermandades de:

 -JESÚS

Tienen lugar las expresiones de religiosidad más genuina y tradicionalmente alcalareñas, desde que a las dos de la mañana llaman los judíos a la puerta de salida para iniciar la estación de Jesús, hasta que casi veinticuatro horas después regrese a su capilla la Soledad.
Multitudinaria es la salida de Jesús, llenando el público la plaza del Derribo. El cortejo sale sin prisas, empleando casi una hora en sacar a la calle a sus cerca de 600 nazarenos y tres pasos, sin contar las mujeres con velas de promesa que siguen al paso de Jesús Nazareno. Tras de Él caminan los pasos de San Juan -igualmente en silencio- y la Virgen del Socorro, al son de marchas fúnebres y clásicas. Madrugá de saetas, que alcanza la plaza del Barrero y regresa por Mairena y La Mina haciendo tiempo para no llegar con el paso de Jesús ni antes ni después del amanecer al puente del ferrocarril, bajo cuyos arcos Jesús es prendido por los judíos que a partir de ese momento lo escoltan en su paso en su camino hacia el Calvario. Los músicos de la Virgen del Socorro interrumpen sus notas musicales y en su camino hacia el cerro de San Roque todo el cortejo procesiona sin música. 
 Pasadas las ocho, ya los tres pasos se han dispuesto en la explanada del cerro del Calvario y tienen lugar el sermón y las ancestrales saetas. El punto culminante son las carreritas de San Juan que por tres veces avisa a María de la tragedia.
Ya de recogía, la cofradía baja la cuesta y vuelve sobre sus pasos, regresando antes de las once de la mañana a Santiago.  Espléndido y muy concurrido es el paso de la Virgen del Socorro por el Duque y la calle Herrero poco antes de recogerse, ya con la luz del día.

 A las ocho de la tarde inicia su camino la del Santo Entierro, en cuyo cortejo se integran no solo sus nazarenos sino también una cuadrilla de soldados romanos, un grupo de hermanas vestidas con ropajes bíblicos emulando a las virtudes teologales, las tres marías o la Verónica y representaciones con estandarte del resto de hermandades penitenciales alcalareñas.
 Hace un par de años que cambió su acompañamiento musical hacia notas más fúnebres y redujo su tiempo en la calle.

El Sábado Santo procesiona 


desde la iglesia de Santiago a media tarde, debiendo estar recogida a las diez de la noche para iniciar la Vigilia Pascual.

 El Domingo de Resurrección se celebra la procesión del Resucitado en las calles más cercanas a la parroquia de San Agustín.

MAYO MARIANO


El primero de estos dos meses nos trae la presencia en las calles de las Vírgenes letíficas del Dulce Nombre y de María Auxiliadora, a la que acompañan en su procesión Santo Domingo Savio y San Juan Bosco.

Poco después se desarrolla dependiendo de las fechas concretas la Romería del Rocío en la que Alcalá está representada por dicha hermandad de la parroquia de San Agustín.

PATRONA

Por las calendas de agosto, el entorno del castillo y cuesta del Aguila abandonan por unas noches su acostumbrado silencio y todo es un ir y venir durante la celebración de la Novena a la Patrona. 
 El 15 de agosto, día de su festividad tiene lugar una celebración de la función durante la mañana en la Explanada del Santuario para la cual el paso de la Virgen es sacado a la puerta.
 Ya al atardecer, minutos antes de las nueve la Virgen abandona el Santuario y toma el camino de la cuesta del Águila, para recorrer durante unas horas las calles de La Mina y La Cañá. Lo más recomendable de ver es la intimidad de su fatigosa subida por la cuesta del Águila y regreso al Santuario ya de madrugada.

OTOÑO

En torno a su festividad, el patrón es sacado a la calle en dos ocasiones. Primeramente se celebra una romería en los pinares y posteriormente en el día de su festividad -21 de septiembre- sale en procesión hacia la parroquia de San Mateo.
Si bien hacía algunas décadas que no había procesiones marianas en esta estación del año, desde hace una década la nueva hermandad de la Misericordia ha recuperado el culto y procesión de la Virgen del Rosario de la iglesia de Santiago.







No hay comentarios:

Publicar un comentario